Ya tenés el pasaje a Europa. ¡Bien! Pero ahora empieza la segunda parte del tetris: decidir cómo te vas a mover entre ciudades. Y creeme, esta decisión es una parte central de la planificación de tu viaje a Europa y tan importante como el vuelo que te cruza el charco.
El transporte que elijas define tus tiempos, se come una buena parte de tu presupuesto de viaje y, sobre todo, moldea el tipo de experiencia que vas a vivir. Es la eterna pulseada entre la velocidad, la plata, la comodidad y las ganas de disfrutar del paisaje.
En esta guía te vamos a desglosar las cuatro grandes opciones para que elijas con cabeza. O para que entiendas por qué, a veces, dejarle este lío a otro es la mejor idea.
El machete rápido: tren vs. avión vs. bus vs. auto
Para que te hagas una idea general, acá tenés el perfil de cada jugador en esta cancha:
- El tren: El rey indiscutido. Es la experiencia europea por excelencia. Cómodo, puntual y con la magia de dejarte en el corazón de las ciudades. Ideal para distancias medias y para los que disfrutan del viaje tanto como del destino.
- El avión (low-cost): El velocista (con sus mañas). Imbatible para distancias largas. Si querés saltar de un extremo a otro del continente, es tu opción. ¿La contra? Aeropuertos lejanos, controles y reglas de equipaje que te pueden sacar canas verdes.
- El bus: El campeón del ahorro. No hay con qué darle: en precio, es el más barato de todos. Es la opción perfecta si tu presupuesto es ajustado y no te corre el reloj.
- El auto de alquiler: El espíritu libre. Sinónimo de libertad total. Te da el poder de meterte por rutas secundarias, frenar en pueblos perdidos y manejar tus propios tiempos. Eso sí, para las grandes ciudades es poco práctico y un dolor de cabeza (y de bolsillo).
El tren: la magia de viajar sobre rieles
El transporte en Europa en tren es mucho más que un simple traslado. Es ver desfilar paisajes por la ventanilla como si fueran postales, es poder caminar, leer tranquilo y, lo mejor de todo, bajarte y estar literalmente en el centro de la ciudad. Te ahorrás horas y euros en traslados desde aeropuertos remotos.
La red de trenes es una maravilla. Cada país tiene sus propias compañías (Renfe en España, Deutsche Bahn en Alemania, Trenitalia en Italia) y todas se conectan entre sí. La clave es saber que existen trenes regionales (más lentos, más paradas, más baratos) y los de alta velocidad (TGV, Frecciarossa), que vuelan a 300 km/h. Para estos últimos, el secreto a voces es uno solo: comprar los pasajes online con la mayor anticipación posible.
Vuelos low-cost: rapidez a cambio de letra chica
Para unir puntas lejanas, como Lisboa y Roma o Berlín y Barcelona, el avión es la opción más lógica. Aerolíneas como Ryanair, EasyJet o Vueling revolucionaron el mapa con vuelos a precios de risa.
Pero, ¡ojo! El bajo precio tiene sus condiciones. Primero, suelen operar desde aeropuertos secundarios, bastante lejos de la ciudad. Y segundo, el tema del equipaje es donde te la pueden dar: son extremadamente estrictos. Una valija de mano que se pasa dos centímetros o un kilo de más puede terminar costando más que el propio pasaje. Es una opción genial si viajás liviano.
Alquilar un auto: el dueño de tu aventura
El alquiler de autos en Europa te da una libertad que ningún otro medio te ofrece. Es la llave para explorar de verdad regiones como la Toscana, la Provenza, los pueblos blancos de Andalucía o la campiña inglesa.
Para hacerlo, vas a necesitar tu licencia de conducir argentina vigente, el Permiso Internacional de Conducir (PIC) y una tarjeta de crédito con un buen margen para el depósito de garantía. Tené en cuenta los gastos extra: los peajes (que en países como Francia o Italia son carísimos), el combustible y el desafío final: encontrar dónde dejar el auto en las ciudades.
Pongámoslo en números: el clásico parís – ámsterdam
La mejor forma de ver los precios del transporte interno en Europa es con un ejemplo real para un viaje de unos 500 km:
- En tren (Thalys): El viaje dura unas 3 horas y 20 minutos. Si comprás con tiempo, te puede salir entre 70 y 100 €. Llegas descansado y ya estás en el medio de la acción en ambas ciudades.
- En avión (low-cost): El vuelo en sí es 1 hora y 20 minutos. Pero sumale, como mínimo, 3 o 4 horas entre traslados y esperas. El pasaje puede costar 50-80 €, más lo que pagues por el equipaje. Es rápido en el aire, pero te roba casi medio día.
- En bus (Flixbus): El viaje se va a 7 u 8 horas. El precio es imbatible: entre 25 y 40 €. No hay con qué darle en ahorro, pero le tenés que entregar casi un día entero de tu viaje.
Como ves, la elección no es trivial. Impacta de lleno en tu presupuesto y en tu activo más valioso: el tiempo.
La solución a un tetris complicado
Coordinar todo el transporte interno para un viaje por Europa es un verdadero rompecabezas. Investigar horarios, comparar precios en diez webs distintas, calcular traslados y rezar para que todas las piezas encajen es, francamente, un trabajo a tiempo completo.
Y acá es donde nuestros paquetes turísticos a Europa entran en juego, ofreciéndote la tranquilidad de que alguien ya armó este rompecabezas cientos de veces. En Tour Experto, nos encargamos de toda esa logística pesada. Analizamos tu ruta ideal y elegimos la mejor opción para cada tramo, combinando la velocidad del avión cuando hace falta con la comodidad del tren para que tu viaje fluya sin estrés.
Tu único trabajo será elegir entre la ventanilla del tren o la del avión para disfrutar del paisaje. Si querés esa paz mental, contactá a un asesor y descubrí cómo un itinerario bien conectado lo cambia todo.
Preguntas Frecuentes sobre Transporte
Depende de tu estilo de viaje. Un pase Eurail te da muchísima flexibilidad para decidir tus tramos sobre la marcha, pero suele ser más caro. Si tenés un itinerario fijo y definido, casi siempre te va a convenir económicamente comprar los pasajes de tren de alta velocidad punto a punto por internet y con la mayor anticipación posible.
El truco es uno solo: la anticipación. Siempre, pero siempre, pagá por el equipaje que necesites despachar de forma online, al momento de comprar el pasaje. Agregar una valija en el mostrador del aeropuerto puede llegar a ser hasta tres veces más caro. Leé con atención las medidas y el peso máximo permitido para el bolso de mano y respetalo a rajatabla.
Manejar en las autopistas y rutas de Europa es, en general, muy sencillo y seguro; están en excelente estado y bien señalizadas. El verdadero desafío es manejar y, sobre todo, estacionar dentro de las grandes ciudades, donde el tráfico es intenso, las calles estrechas y los estacionamientos carísimos. El auto es ideal para recorrer zonas rurales, no para un city tour.
¡Sí, y están viviendo un resurgimiento! Compañías como Nightjet (de la austríaca ÖBB) están revitalizando las rutas nocturnas entre grandes capitales como Viena-París o Zúrich-Ámsterdam. Son una opción fantástica para optimizar el tiempo y ahorrar dinero, ya que te ahorrás una noche de hotel mientras viajás. No es el lujo de un hotel, pero es una experiencia de viaje única.
Para comparar rutas y horarios de forma fácil, los portales como Omio o Trainline son muy prácticos. Sin embargo, a veces las webs oficiales de cada compañía ferroviaria (como Renfe en España o Trenitalia en Italia) ofrecen algunas tarifas promocionales que no aparecen en los buscadores. Un buen método es usar el buscador para comparar y luego chequear el precio final en la web oficial antes de comprar.
¡Claro que sí! Esa es la belleza de un paquete a medida. Al momento de diseñar tu viaje con nosotros, conversamos sobre tus preferencias. Si sos un fanático de los trenes y querés disfrutar del paisaje, armaremos un itinerario sobre rieles. Si, en cambio, preferís maximizar el tiempo en cada ciudad para tramos largos, elegiremos los vuelos más convenientes. El itinerario se adapta a tu estilo.